04 agosto 2006

Lecturas francesas

Desde que estoy en Francia, mis lecturas ociosas son exclusivamente en francés. Estoy convencida de que sólo leyendo mucho, y escribiendo siempre que tenga ocasión, iré mejorando en el uso de esta lengua que no es la mía. Y ya he comprobado cierta mejoría, sobre todo, en vocabulario. Claro que también he comprobado que una cosa es reconocer las palabras que encuentras una y otra vez en el texto, y otra distinta, utilizarlas. Lo segundo me resulta infinitamente más difícil. Pero me conformo, por algo se empieza.
Ahora, mi continuo quebradero de cabeza es qué leer. O a quién leer. Mis conocimientos sobre literatura francesa contemporánea son muy escasos, lo reconozco. Aparte de Marc Levy (un poquito pastelón pero que, al menos, engancha) y René Barjavel (el Azimov francés, ya fallecido), soy incapaz de citar otros autores. ¡Ah! sí, también conozco a Amélie Nothomb de quien acabo de descubrir que es belga, aunque nació en Japón, donde su papá era embajador (¡pobre niña! ahora entiendo mucho mejor Stupeur et Tremblements). También lo estoy intentando con Daniel Pennac, pero no termino de cogerle gusto, demasiado graciosillo (¿y la Amelia anterior no? ¡Ja!).
Total, que aquí estoy. Abierta a cualquier sugerencia. ¿Nadie conoce a la Almudena Grandes francesa? ¿Y al Antonio Muñoz Molina de Toulouse? ¿Dónde está la descarada “Lucie” Etxebarría?
Una dato más: lo que más me ha gustado hasta ahora es Bel Amie, de Guy de Maupassant, y, ¡no puede ser!, hace más de un siglo que murió.
¡Ayudaaaa!